Pistorius: "Corro como alma que lleva el Diablo, y es literal"

Oscar Pistorius nos recibió en su casa, en el número 666 de la Hell Street en Johanncruyffburgo en Sudáfrica. Nos concedió una entrevista realmente intimista y sincera. Oscar nos confesó que está endemoniado, poseído por el Diablo. Sí, ya sabemos que es realmente impactante, aún estamos pensando si se ha quedado con nosotros pero viendo como hablaba sereno pero con los ojos vueltos no podemos dudar de la veracidad de sus declaraciones. Esa imagen nos dejó realmente sobrecogidos.

"Todo empezó una madrugada, después de ver El día de la Bestia de Alex de la Iglesia en la televisión mientras me comía un kilo de pipas. Ya dormía y entre sudores y dolores de estómago me despertó una voz dentro de mi cabeza que me decía: "¡Corre, corre!" Primero pensé que sería el espíritu de Fabián Roncero anunciando su programa. Más tarde pensé que sería la aparición de Forrest Gump, pero al tener una voz tan grave y profunda me estremecí. Inmediatamente pregunté en voz alta: "¿pero cómo, si no tengo piernas?" La voz me contestó: "Te daré unas, las mejores piernas para correr. ¡Ja, je, ji, jo, ju". Me levanté con mis nuevas piernas de fibra de carbono y corrí, lo hice durante horas, como pollo sin cabeza, como alma que lleva el Diablo, y es literal. Él me da fuerzas, me motiva, es un tio majo, no es como la gente piensa, es familiar y afable, amigo de sus amigos, solo que tiene la voz muy ronca y acojona un poco".
Pistorius nos habla de su relación con al que él llama como su entrenador: el Diablo. Dice estar en contra del dopaje y de las marcas de zapatos deportivos, pero en cambio valora la cultura del esfuerzo: "No termino entrenamiento sin echar espuma por la boca, y a veces hasta esputos de sangre". Para el atleta, el Diablo es un tipo cálido y bromista. Como entrenador es innovador, a veces le hace correr con una bola de fuego que le persigue: "esa técnica me ha hecho mejorar el sprint". También en la alimentación adopta nuevas recetas, la pasta siempre la adereza con chili y así consigue que "el fuego del infierno yazca en mis entrañas y entonces solo me alivia correr". También tiene muy en cuenta la motivación, Oscar siempre entrena con música satánica de fondo, grupos como AC/DC o Judas Priest a brutal volumen le hacen correr más rápido.
Pistorius dice ser consciente que todo se lo debe a él y si ha llegado a correr en unos campeonatos mundiales ha sido a la posesión demoníaca. A el Diablo y sus contactos en la IAAF le debe la autorización para correr los mundiales y su posible participación en los próximos Juegos Olímpicos de Londres: "No te preocupes serás olímpico, moveré mis hilos en el COI, tengo buenos amigos allí", le dijo el mentor del atleta.
Sabe que estas declaraciones traerán cola pero Oscar Pistorius está tranquilo: "no espero represalias, mi entrenador me ayudará, además si otros atletas entrenados por gente como Manuel Pascua siguen compitiendo no sé porqué me lo van a impedir a mí". Puede que razón no le falte.